Lisboa, la mejor galería europea del arte urbano
La transformación de Lisboa en uno de los principales exponentes del arte urbano en Europa y el mundo (es la sexta ciudad con más y mejor arte urbano según varias publicaciones especializadas) comenzó como un proyecto social del ayuntamiento. Una iniciativa para frenar el vandalismo que consistía, entre otras medidas, en colocar cuatro paneles blancos para ofrecer a los artistas un espacio en el que pintar. Tras trabajar duro para convencerles, el proyecto no solo prosperó, sino que se expandió haciendo del arte urbano un medio de vida para los creadores y convirtiéndolo en un atractivo turístico, especialmente interesante por el carácter efímero de muchas obras.
De camino a uno de los principales puntos de interés turístico de la ciudad, el castillo de San Jorge, en las Escadinhas de São Cristóvão, en el barrio de Alfama, encontramos este homenaje al fado bohemio.
Descendiendo por Graça hasta Santa Apolónia, está el Jardín del Tabaco (Av. Infante D. Enrique), cuyas paredes se han convertido en lienzos urbanos. Allí pueden verse las creaciones de Alexandre Farto, que también firma como Vhils, con un lenguaje visual único a partir de la estética del vandalismo derivada de sus antecedentes en el mundo del graffiti ilegal, y Pixel Pancho es un artista callejero italiano, especialista en grandes murales, considerado de los mejores de su especialidad.
En la Avenida Fontes Pereira de Melo (en dirección a Saldanha, cerca de la estación de metro Picoas), existen tres edificios que han sido objeto de grandes pinturas murales que merece la pena detenerse a observar, obras de Os Gêmeos, Sam3 y Blu. Esta última, reconocida por The Guardian entre las mejores obras de arte urbano del mundo.
El muro que rodea el Hospital Psiquiátrico Julio de Matos (Rua das Murtas) se ha convertido también en una impresionante galería de arte urbano con obras de diferentes artistas.
Obras de Drawing Jesus, Robo y Vanessa Rosa.
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