Banksy ataca de nuevo
El más famoso y misterioso artista callejero no pierde nunca una oportunidad para pronunciarse sobre un tema de debate a nivel económico, político o social. La ciudad de Nueva York es uno de sus escenarios favoritos y sus recónditos muros en edificios abandonados un lienzo en blanco perfecto para crear y levantar la voz sobre temas que le preocupan.
2018 está siendo un año prolífico para Banksy que ha plasmado sus inquietudes al menos en dos ocasiones en su ciudad predilecta. El capitalismo, un tema recurrente en su obra, protagoniza la escena reproducida por el street artist en una gasolinera abandonada ubicada en Midwood, Brooklyn.
El mural parece representar a un constructor inmobiliario muy enfadado que no parece sentir ninguna simpatía por la población, representada por niños, una mujer con un bebé, jóvenes, ancianos y hasta un perro, contra los que lanza rayos y truenos con los que trata aparentemente de azotarlos. Se comenta que podría ser una referencia explícita a las propiedades colindantes de Donald Trump en Coney Island (de hecho la gasolinera abandonada está en la Avenida de Coney Island).
La imagen comparte espacio con otra nueva pintura del artista en la que plasma una foca con jugando con una pelota.
De sobra conocida es la gran huella de la reivindicación política en la obra del artista y su compromiso con la libertad de expresión. Ambas vertientes quedan plasmadas en otra de sus nuevas pinturas, también en Nueva York, en este caso en Manhattan. En la obra aborda el encarcelamiento de la artista Zehra Doğan, sentenciada por un tribunal en Turquía a dos años y nueve meses de prisión por pintar una imagen de la ciudad de mayoría kurda de Nusaybin, destruida por las fuerzas del gobierno turco.
Sobre el mural en el que pide la libertad de Zehra Doğan, Banksy proyectó la pintura por la que fue encarcelada la artista.
Más sobre Banksy en su página web.